viernes, 28 de junio de 2013

EL HOSPITAL ESTA LLENO DE PANCARTAS QUE REIVINDICAN LA VOZ DE LOS USUARI@S Y TRABAJADOR@S


MODELO RECOGIDA DE FIRMAS (VILADECANS, GAVÁ, CASTELLDEFELS, ST. CLIMENT Y BEGAS



MANIFIESTO DEL ACTO EN DEFENSA DEL HOSPITAL DE VILADECANS 18 Y 19 DE JUNIO DE 2013

Nuestro Hospital y nuestra sanidad pública están heridos, están enfermos.

En marzo de 2011, el Govern de la Generalitat de Catalunya retiró la autonomía de gestión al Hospital de Viladecans y lo transformó en un simple apéndice del Hospital de Bellvitge, además de abocarlo a una infrafinanciación casi insostenible (de los 44 millones de euros gastados en el 2010, lo cual entonces ya era escaso, a los 37 millones del 2012).

La penosa evolución que viene provocando el  desmantelamiento  del Hospital de Viladecans, orquestada por el Govern de la Generalitat, es doblemente condenable:

En 2011, la Conselleria de Salut conocía sobradamente que este  pequeño Hospital de Viladecans ya venía siendo saneado y optimizado desde el año 2007, lo cual lo transformó en el Hospital más eficiente del Institut Català de la Salut y en uno de los tres más eficientes de Catalunya.

Así, el sentido común  de cualquier político cuyas directrices valoraran la buena gestión de la sanidad pública dictaminaría que al Hospital de Viladecans no se le aplicaran restricciones presupuestarias iguales que a los demás centros.

Sin embargo, sabiendo "de qué pie cojea", el Govern de la Generalitat aplicó, sin un ápice de decoro, idénticas medidas de contención de gasto que las impuestas a los demás centros públicos del Institut Català de la Salut (éstos, hasta mediados del 2011, no eran gestionados con la misma austeridad que el Hospital de Viladecans, por lo que disponían de más margen de maniobra para los ajustes).

Por otro lado, según la Generalitat, un Hospital de Referencia es aquel "destinado a resolver prácticamente todos los problemas de salud susceptibles de curación y mejora, excepto los que requieren recursos tecnológicos de alto nivel o una práctica altamente especializada".

Teniendo en cuenta que, hasta ahora, Viladecans es el Hospital de referencia de las cinco poblaciones a él adscritas,  es muy chocante saber  que el presupuesto per cápita para la atención hospitalaria hasta el nivel II de complejidad de los cerca de 150.000 habitantes adultos de Begues, Castelldefels, Gavà, Sant Climent y Viladecans sea  de  apenas 250 euros/año. Cabe recordar que el escaso gasto sanitario medio per cápita en España es de cerca de 1203 euros/año.

Es evidente que el ahogo presupuestario y las nuevas políticas sanitarias vienen haciendo mella a nuestro Hospital.  Día tras día, trabajadores y usuarios venimos percibiendo cambios que obstaculizan y masifican la atención sanitaria.

Como ejemplo, podemos hablar de la reducción del  25% o más, según el periodo del año, de las camas para hospitalización. A ello, se asocia una directriz de la Generalitat que impone que se reduzca la hospitalización de pacientes crónicos.

La consecuencia inmediata de estas decisiones políticas ha sido la reducción del periodo medio en que el paciente permanece ingresado, además del aumento del tiempo medio de permanencia de los pacientes en el servicio de urgencias.
Esta es la principal causa del frecuente colapso de las urgencias, que se han visto obligadas a transformar sus pequeñas habitaciones individuales en habitaciones donde se "mal ubican" dos personas.

Otra señal inequívoca de desmantelamiento y cambio en nuestro Hospital y en nuestra sanidad pública es el hecho de que algunas de las intervenciones quirúrgicas que exigen posterior ingreso empiezan a ser derivadas a otros centros. Es importante resaltar que,  desde hace muchos años, muchas de estas cirugías se han venido realizando en el Hospital de Viladecans con excelentes y reconocidos resultados.

Para más INRI, la plantilla del Hospital se ha reducido poco más de  un 10%. Sin embargo, gracias al apego y soporte de sus trabajadores, la productividad apenas ha descendido en relación a la que teníamos en el año 2010.

Visto el comportamiento de la Administración desde otra perspectiva, no podemos dejar de mencionar el oscurantismo que han venido impidiendo que ciudadanos y trabajadores dispongan de ciertos datos e información clara respecto al futuro del Hospital de Viladecans.

Así, la falta de información y la percepción de cambios negativos en la atención sanitaria han provocado que, desde hace cerca de mes y medio, los ciudadanos que estimamos el Hospital de Viladecans y tenemos clara nuestra apuesta por una sanidad pública de buena calidad, hayamos emprendido acciones que pretenden hacer visible y dar a conocer la inestable situación de nuestro Hospital.

Es imprescindible que cada uno de nosotros se comporte como multiplicador de la información y, si posible, recoja firmas, cuelgue una pancartas en su balcón y ponga pegatinas en su escalera y en su tienda, con el lema "DEFENSEM L'HOSPITAL DE VILADECANS".

Hasta ahora, casi 9.000 personas han firmado, reivindicando al President de la Generalitat que mantenga el Hospital de Viladecans como Hospital de Referencia de las cinco poblaciones, además de pedir que la Generalitat lleve a cabo su proyecto de ampliación, pactado con la ciudadanía en el año 2008 (adjuntamos hoja de recogida de firmas). Por otro lado, las pancartas se vienen  multiplicando en los balcones. Hasta donde sabemos, hay cerca de 1000 distribuidas entre los cinco municipios.

Como todos ya sabemos, los alcaldes de las cinco poblaciones adscritas al Hospital de Viladecans están llamados mañana por la mañana a una reunión en el Departament de Salud, donde finalmente se les explicará el futuro del Hospital de Viladecans, así como la cartera de servicios que ofrecerá a la población y su papel en el mapa sanitario previsto para el Baix Llobregat.

Si las explicaciones que los alcaldes nos den mañana no son satisfactorias, el objetivo será alcanzar las 40.000 firmas y las 6.000 pancartas hasta  final del año. Además de programar nuevas acciones de protesta por la degradación de un Hospital que, hasta hace muy pocos años, causaba envidia en el medio sanitario por sus buenos resultados clínicos y por su demostrada capacidad de innovar sin renunciar al mantenimiento de la oferta de adecuados niveles de calidad asistencial.

La sostenibilidad de la sanidad pública catalana y española deben mucho a la capacidad emprendedora del Hospital de Viladecans.

El  ingenio y la valentía de sus profesionales lo hicieron pionero en muchas soluciones, que, hoy día, vienen contribuyendo sobremanera con el equilibrio de un sistema sanitario público que, hasta hace poco, destacaba por su muy buena relación coste-beneficio.

"Cargarse" el potencial innovador del Hospital de Viladecans es mucho más que destruir un hospital: es otra de las formas que este Govern de la Generalitat ha concebido para dinamitar nuestra sanidad pública.

Antes que recortar prestaciones sanitarias, deberían de empezar su gestión de la crisis, por plantearse medidas contra la austeridad i ética en la gestión pública, i el control de la corrupción, lo que evitaría la huida del patrimonio público en manos de políticos y gestores ineptos y sin escrúpulos.


“DEFENSEM L´HOSPITAL DE VILADECANS”


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